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miércoles, 19 de febrero de 2014

Templanza


Cuando ya no somos capaces de cambiar una situación, 
nos encontramos ante el desafío de cambiarnos a nosotros mismos.


¿Por qué no hacer caso del instinto?
¿Lo tienes aburrido?
No tienes nada diferente al resto del mundo,
sí muchas cosas que compartir…
Fíjate en la gente que te rodea
 y a la cual apenas conoces,
rascas un poquito y… 
se duelen de las mismas cosas que tú.
Cada uno reacciona de una manera
uno se empastilla
otra sueña
otra se emociona y se deja hacer.


Instinto.
La que sabe.

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