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viernes, 27 de marzo de 2020

Todos los momentos son perfectos

Cortar calabacín para hacer la comida son unos minutos de meditación perfectos. Una forma sencilla de practicar el aquí y ahora. Las herramientas materiales que necesitas: una tabla, un cuchillo y un calabacín. Hay otras tres más: la observación, el no juicio y la respiración.
Mi práctica, lavo el calabacín observo la temperatura del agua que corre entre mis manos más o menos fría, la textura de la hortaliza rugosa, lisa, pegajosa. Lo seco y tomo conciencia de su forma. Al cortarlo elijo la manera. No utilizo el pensamiento. Me dejo llevar. Hoy son medias lunas, finas, muy finas –esto es lo que ha surgido-. Apoyo bien el calabacín sobre la tabla. El corte es pausado, firme, hasta el fondo. Observo mi postura corporal. En mi caso tengo las piernas en pensión, mi mandíbula prieta, la mano agarra con fuerza el cuchillo. Pruebo a respirar y oh maravilla las rodillas ceden y las piernas se relajan. La mandíbula se afloja y la lengua busca el paladar, los dientes se separan. La mano sostiene el cuchillo y hace el corte relajado.
La experiencia no viene de estos días en los que todos nos estamos viendo afectados por un confinamiento obligatorio, sí el compartirla. Entiendo, que en nuestra vida anterior a esta circunstancia excepcional que estamos viviendo, era muy complicado intentarlo, pero quizá ahora resulte más sencillo hacer la prueba. No tenemos nada que perder.
Cada vez que repites este gesto milagrosamente avanzas y el cuerpo se presenta cada vez más relajado en cuanto te pones a la tarea. Y además tiene un valor añadido, has vivido el momento presente de una forma consciente centrándote únicamente en el aquí y el ahora. Seguramente llevarás esta práctica a otros momentos del día porque sentirás su bienestar ¿Sencillo verdad?
Si buscamos el momento perfecto para vivir cualquier cosa la vida pasará delante nuestra sin que nos demos cuenta.

viernes, 1 de marzo de 2019

La vasija agrietada


Ha pasado mucho tiempo y han sucedido muchas cosas desde mi última entrada…

Ayer me tropecé con este precioso cuento, en un maravilloso libro que estoy leyendo Ichigo Ichie, de Héctor García y Francesc Miralles. Me transmitió mucha ternura, me hizo sonreir y sentí calma. Una sola de estas razones me parece más que suficiente para querer compartirlo.
 
LA VASIJA AGRIETADA

Un cargador de agua de la India tenía dos grandes vasijas que colgaban a los extremos de un palo y que llevaba encima de los hombros. Una de las vasijas tenía varias grietas, mientras que la otra era perfecta y conservaba toda el agua al final del largo camino a pie, desde el arroyo hasta la casa de su patrón, pero cuando llegaba, la vasija rota solo tenía la mitad del agua.
Durante dos años completos esto fue así diariamente, desde luego la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, pues se sabía perfecta para los fines para los que fue creada. Pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable porque sólo podía hacer la mitad de todo lo que se suponía que era su obligación.


Después de dos años, la tinaja quebrada le habló al aguador diciéndole: -“Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo porque debido a mis grietas sólo puedes entregar la mitad de mi carga y sólo obtienes la mitad del valor que deberías recibir.”
El aguador apesadumbrado, le dijo compasivamente: -“Cuando regresemos a la casa quiero que notes las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino.” Así lo hizo la tinaja. Y en efecto vio muchísimas flores hermosas a lo largo del trayecto, pero de todos modos se sintió apenada porque al final, sólo quedaba dentro de sí la mitad del agua que debía llevar.
El aguador le dijo entonces -“Te diste cuenta de que las flores sólo crecen en tu lado del camino? Siempre he sabido de tus grietas y quise sacar el lado positivo de ello. Sembré semillas de flores a todo lo largo del camino por donde vas y todos los días las has regado y por dos años yo he podido recoger estas flores para decorar el altar de mi Madre. Si no fueras exactamente cómo eres, con todo y tus defectos, no hubiera sido posible crear esta belleza.”

El relato me ha llevado a recordar esta preciosa música -Elijah Bossenbroek- que una compañera de retiro de mindfulness me descubrió. Con sus notas he vuelto a volar, a soñar despierta. Gracias Marije.También quiero compartirla.

Endless  https://www.youtube.com/watch?v=pD5OhZIaxQs
 


miércoles, 18 de julio de 2018

La primera revelación

La primera revelación ocurre cuándo tomamos conciencia de las coincidencias que se dan en nuestras vidas.  ¿Has tenido alguna vez una corazonada o una intuición respecto a algo que querías hacer, respecto a un determinado rumbo que deseabas tomar en tu vida? ¿Y te preguntaste como te sería posible conseguirlo? Y después, cuando ya te habías medio olvidado de ello y te interesabas por otras cosas ¿te encontraste de súbito con alguien o leíste algo o fuiste alguna parte que te brindo la mismísima oportunidad que habías imaginado?
Tales coincidencias se producen cada vez con más frecuencia y cuando ello ocurre tenemos la sensación de que son cosas situadas más allá de lo que podría considerarse en mera casualidad; entendemos que son elementos del destino, como si nuestras vidas hubieran sido guiadas por alguna fuerza inexplicable.
La experiencia produce una impresión de misterio y excitación y, como resultado nos sentimos más vivos.
Las nueve revelaciones. James Redfield.

domingo, 24 de junio de 2018

Aquí estoy de nuevo

Libretas guardadas con esmero.

La mujer de la libreta roja. Antoine Laurain.

Espulgado.
Tique.
Esas personas que no son guapas pero sí seductoras y para nada conscientes de su encanto.

domingo, 30 de octubre de 2016

El tiempo tiene color azul


Hace unos días conversando con un buen amigo hablamos de como pasan los días, las semanas e incluso los años y de las cosas que aplazamos durante tiempo indefinido y cuando finalmente las realizamos lo bien que nos hace sentir.
Quizá este sea un buen momento para volver a compartir una de las cosas que más me gusta hacer, escribir.
 

 

El tiempo tiene color azul



¿Alguna vez os habéis preguntado qué sucede cuando dos veces al año cambiamos la hora en nuestros relojes? Sí, ya sé que son horas un poco intempestivas y que solemos hacerlo justo antes de irnos a dormir para no tener ninguna sorpresa al día siguiente. Yo lo hice en el momento preciso el año pasado. Hay que estar muy atento y creer firmemente en todo lo que sucede en ese instante. Para ello es vital salir a la calle porque en casa no se percibe nada fuera de lo común. Después, buscar un buen escondite desde donde observarlo todo muy bien y procurar no ser vista, cosa que creo que yo no conseguí. Cuando las manecillas de tu reloj se mueven y pasan de las tres nuevamente a las dos surgen con sigilo, como quien no quiere la cosa, detrás de una esquina, de dentro de un coche o de un portal unos curiosos personajes. Se desperezan como si salieran de un profundo letargo. Llevan un gorro azul eléctrico de ala estrecha. Esto les identifica para que podamos reconocerlos por si nos tropezamos con ellos en cualquier lugar. Se saludan entre ellos con amabilidad, como viejos conocidos, y se van alejando con paso firme calle adelante. En primavera estos seres nuevamente vuelven al lugar de donde surgieron. Ahora su sombrero está claramente más desgastado y es de color gris, fruto del arduo trabajo que en estos meses han tenido que realizar. Son los encargados de proporcionarnos mágica y sutilmente más tiempo cuando lo necesitamos y quitárnoslo cuando lo estamos malgastando.

Y con el mismo sigilo con el que surgieron desaparecen tras la esquina, el coche o el portal. En el segundo en que parpadeamos. Y no da tiempo de nada más. Hoy misteriosamente ha aparecido una nueva prenda en mi armario, un flamante gorro azul.

 







viernes, 2 de octubre de 2015

Sabiduría


Aunque todavía solo tengo una comprensión mental de que el camino va por este sendero, la intuición me dice que debo seguirlo. Así que en ello estoy. Hoy quiero compartirlo.

Princípio de observación
El principio de sanación que resume este aprendizaje es el siguiente: Si no haces caso al mensaje la primera vez, te golpean con un martillo más grande la siguiente.

 
Déjate llorar
Llorar es una de las maneras que tenemos de liberar el cuerpo de toxinas; nos permite mover la energía por el cuerpo y a veces volverla a canalizar o comprenderla de un modo diferente. Cuando no nos permitimos sentir nuestras emociones y usamos procesos adictivos como correr o tomar tranquilizantes para animarnos, en realidad creamos hormonas (encefalinas) que reprimen las lágrimas (y la completa expresión de la emoción). Las lágrimas contienen toxinas de las que el cuerpo necesita liberarse. Las lágrimas de alegría y las lágrimas de aflicción tienen una composición química diferente y están influidas por las hormonas. También tienen una finalidad distinta. Cuando nos permitimos una liberación emocional completa, nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro espíritu se sienten limpios y libres. El conocimiento sobre qué hacer en una determinada situación sólo suele venir después de haber sentido las emociones que nos produce y haber derramado lágrimas si es preciso. Curiosamente, las lágrimas de alegría y las lágrimas de aflicción son fisiológica y químicamente distintas, aun cuando la tristeza y la alegría están muy relacionadas. No podemos sentir las alturas de nuestra alegría si no hemos sentido las profundidades de nuestra tristeza. Si bien la alegría y la tristeza expresan emociones diferentes, las dos son partes naturales de la forma en que nuestro cuerpo procesa y «digiere» los sentimientos.
 Cuerpo de mujer, sabiduría de mujer. Christiane Northrup.

martes, 3 de febrero de 2015

Es otro

"Cuando creemos que algo es la verdad absoluta, estamos atrapados en nuestro propio punto de vista".
Tich Nhat Hanh

viernes, 30 de enero de 2015

Círculos que me expanden

Hoy quiero compartir estás reflexiones sobre textos de Enrique Martínez Lozano.

Habla con autoridad quien dice palabras que hacen crecer a las personas. 
Entiendo la Autoridad como experiencia de Verdad.

Si nos reconocernos en la Vida que somos, a partir de ahí la Vida se desplegará y habremos dejado de buscar. 
Eso es el verdadero reconocimiento del presente. Mindfulness.

¿Cómo deberíamos vivir?
Vive dándole la bienvenida a TODO.
Yo añado, bienvenida con una sonrisa.

Nos hacemos disponibles, para que a través nuestro, pueda brotar y fluir la acción adecuada. Esta será compasiva y desidentificada.



A Paulo Coelho le he cogido prestadas estas líneas

Jorge Luis Borges escribió un cuento magistral
Describe el nacimiento de un leopardo que pasa gran parte de su vida en la selva africana, pero termina siendo capturado y llevado a un zoológico de Italia. A partir de entonces, el animal piensa que su vida ha perdido el sentido, y que ya no le resta sino esperar el día de su muerte.
Cierta mañana, el poeta Dante Alighieri pasa por aquel zoológico, mira al leopardo, y el animal le inspira un verso. Un verso entre los miles que componen La Divina Comedia.
Toda la lucha por la supervivencia que aquel leopardo trabó, fue para que pudiese estar aquella mañana en el zoológico e inspirase un verso inmortal, dice Borges.
Al igual que este leopardo, todos nosotros tenemos una razón – una razón muy importante – para estar aquí, en este momento, esta mañana.
Relajémonos, por tanto, y prestemos atención.








martes, 27 de enero de 2015

Depende de ti…ella está en tus manos…







    Había un señor viudo que vivía con sus dos hijas curiosas e inteligentes. Las niñas siempre le cuestionaban todo, hacían muchas preguntas a las que el padre a veces sabía responder, pero en ocasiones no se sentía con la sabiduría suficiente como para aclarar las dudas que ellas manifestaban. Como pretendía brindarles la mejor educación, mandó a las niñas de vacaciones con un sabio que vivía en lo alto de una colina.
   El sabio siempre respondía todas las preguntas sin siquiera dudar. Impacientes con el maestro, las jóvenes decidieron inventar una pregunta que él no pudiera responder correctamente.
   Entonces, una de ellas apareció con una hermosa mariposa azul que usaría para engañar al sabio.
-¿Qué vas a hacer? –preguntó la hermana. –Voy a esconder la mariposa en mis manos y le voy a preguntar si está viva o muerta. Si él dice que está muerta, abriré mis manos y la dejaré volar. Si dice que está viva, la apretaré y la mataré. Así, cualquiera que sea su respuesta, ésta será equivocada.
   Las dos niñas fueron entonces al encuentro del sabio que estaba meditando.
-Tengo aquí una mariposa azul, dígame, sabio, ¿está viva o muerta?. Muy calmadamente el sabio sonrió y respondió: -Depende de ti…ella está en tus manos…
   Así es nuestra vida, nuestro presente y nuestro futuro. No debemos culpar a nadie cuando algo falla, somos responsables por lo que juzgamos bueno o malo. Nuestra vida está en nuestras manos, como la mariposa azul. Nos toca a nosotros escoger qué hacer con ella y hacernos cargo de las consecuencias.


martes, 9 de diciembre de 2014

Volver a empezar














Cuando miramos de frente lo que tememos, su poder se desvanece y entonces consigues ser libre. Merece la pena intentarlo. Tú sentirás cual es el momento.

lunes, 1 de diciembre de 2014

Sincronicidad divina









… la sincronicidad divina siempre está en funcionamiento y cambia las piezas de sitio mientras nuestro ego cree que somos nosotros los que lo controlamos todo.

jueves, 18 de septiembre de 2014

¿Qué eliges ser junco o caña?


De la sabiduría popular…

Había una vez, un roble y un junco que vivían al lado de un río. Ambos hablaban y convivían juntos.
Cerca del río, siempre corrían tiernas brisas que doblaban al liviano junco, el roble de este se burlaba:
-Ja! Siempre doblegandose a la más leve brisa, entregándose a las manos del viento, en cambio yo, no me doblego, siempre fiel a mi firmeza, ¡Nada puede derribarme!
El junco siempre se entristecia, al ver a su fuerte amigo resistir el viento.
Un día, un ventarrón asoló la zona cercana al río, el viento corría con mucha fuerza e impetú, el junco se dobló al viento y así pasó la tormenta, mientras que el roble se resistía al viento, cuando no pudo más y se derribó por completo.
Al otro día, el junco veía a su vecino el roble tirado en la orilla, este lloraba y se quejaba mientras el junco le replicó:
-¿No te burlabas tu que me doblego al más leve viento? Pues yo tan solo me doblé ante este, y tú, por mucho resistirte te has partido.
Esopo.

Lo que marca la diferencia está en la rigidez con la que sujetamos y la ansiedad con la que tratamos de evitar. Y aparece cuando la vida decide otra cosa diferente para nosotros… Otra vez aparece la pregunta: ¿Eliges ser junco o caña?

Cargamos con una pesada mochila llena de pedruscos y somos incapaces de darnos cuenta. Sí nos damos cuenta, pero solo cuando deshacemos el automatismo, cuando somos conscientes del peso que llevamos y el esfuerzo que nos supone, además de la energía que consumimos en ello. Estamos convencidos de que en ella se encuentra nuestra seguridad, creemos que nos enraíza y sostiene. CONTROL, CONTROL, CONTROL. Es en la conciencia cuando vemos que somos libres para decidir sacar las piedras de la mochila. El PODER está solo en nuestra mano no fuera de nosotros.

¿Cómo eliges sostener las cosas con fuerza o ligeramente?





martes, 16 de septiembre de 2014

Déjate sorprender





Vivimos en islas de certeza
 en medio de un mar de misterio.




Pasamos por alto los mil detalles cotidianos de los que somos protagonistas y de repente algo nos llama la ATENCIÓN.
Esta frase la utilizamos mucho y sin embargo hoy al leerla algo ha hecho click en mi.
Nos llama..., quiere que le hagamos caso para que aprendamos algo de ello, no sucede porque sí, nos da ese toque que nos saca del automatismo, nos carga las pilas, nos reconduce de nuevo por nuestro camino.
¿Quién nos llama? Qué sutil… La respuesta la sabes. CONFIA en uno de tus dones, la INTUICIÓN.