Aunque todavía solo tengo una comprensión mental de que el camino va por este sendero, la intuición me dice que debo seguirlo. Así que en ello estoy. Hoy quiero compartirlo.
Princípio de observación
El principio de sanación que resume este aprendizaje es el siguiente: Si no haces caso al mensaje la primera vez, te golpean con un martillo más grande la siguiente.
Déjate llorar
Llorar es una de las maneras que tenemos de liberar el cuerpo de toxinas; nos permite mover la energía por el cuerpo y a veces volverla a canalizar o comprenderla de un modo diferente. Cuando no nos permitimos sentir nuestras emociones y usamos procesos adictivos como correr o tomar tranquilizantes para animarnos, en realidad creamos hormonas (encefalinas) que reprimen las lágrimas (y la completa expresión de la emoción). Las lágrimas contienen toxinas de las que el cuerpo necesita liberarse. Las lágrimas de alegría y las lágrimas de aflicción tienen una composición química diferente y están influidas por las hormonas. También tienen una finalidad distinta. Cuando nos permitimos una liberación emocional completa, nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro espíritu se sienten limpios y libres. El conocimiento sobre qué hacer en una determinada situación sólo suele venir después de haber sentido las emociones que nos produce y haber derramado lágrimas si es preciso. Curiosamente, las lágrimas de alegría y las lágrimas de aflicción son fisiológica y químicamente distintas, aun cuando la tristeza y la alegría están muy relacionadas. No podemos sentir las alturas de nuestra alegría si no hemos sentido las profundidades de nuestra tristeza. Si bien la alegría y la tristeza expresan emociones diferentes, las dos son partes naturales de la forma en que nuestro cuerpo procesa y «digiere» los sentimientos.
Cuerpo de mujer, sabiduría de mujer. Christiane Northrup.
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